Papá y Mamá, Dios les dijo cuando nací:

Les prestaré por un tiempo un(a) hijo(a) mío(a) para que lo(a) amen mientras vivan.
Podrán ser diez o quince años, veinte o cuarenta, hasta que yo lo(a) llame, ¿Podrán cuidarlo(a)?, ¿Le enseñarán?, quiero que aprenda a vivir y le he buscado unos maestros, y los he elegido a ustedes.
No les ofrezco que se quedará con ustedes, solamente se los presto, porque lo que va a la tierra a mí regresa.
El(la) les dará ternura, la alegría y todos los encantos de su inocencia.
El día que yo lo(a) llame, ustedes no llorarán.
Ni me odiarán por regresarlo(a) conmigo.
Su ausencia corporal quedara compensada con los muchos, y muy agradables recuerdos, con ello, su dolor será mas llevadero y habrán de decir con agradable humildad:


"HE CUMPLIDO, MI DIOS"


Quiere y ama a tus hijos porque sólo están prestados